Vivimos tiempos de una excesiva judicialización de la vida política que ha llevado el derecho penal a la primera plana informativa. Delitos económicos, corrupción… La cantidad de asuntos relativos a actores políticos que llegan a los tribunales han comenzado a ser un problema para la propia justicia. Hablamos de este y otros temas de interés como la figura del jurado popular o el derecho penitenciario, con Carles Gil Gimeno, Daniel Sala Paños y Sara Calvo Pellicer, abogados expertos en derecho penal de Domingo Monforte Abogados Asociados.
Empezamos por lo último. Hace unos días hemos conocido que un jurado popular ha declarado No culpable a un acusado de asesinato que se enfrentaba a 19 años de prisión. Ustedes han ejercido la defensa ¿Cuál ha sido la clave para convencer al jurado de la inocencia de su defendido?
Afrontamos este juicio con la máxima responsabilidad. Contra nuestro defendido se presentaron una pluralidad de indicios policiales, que finalmente se pudo comprobar que eran inconsistentes. Trabajamos mucho sobre las pruebas para plantear hipótesis alternativas, tan sólidas, que convencieran al jurado. Y así ha sido.
Dejando a un lado las circunstancias específicas del caso ¿cómo se enfrenta el abogado a una defensa de estas características?
Con rigor, dedicación, estudio y preparación. Los juicios con jurado popular tienen un procedimiento específico y una regulación independiente lo que exige la especialización del abogado.
Además, cada caso, tiene sus circunstancias y peculiaridades, necesita una “defensa a medida”. La experiencia aquí aporta un valor añadido que unido al esfuerzo y dedicación aseguran siempre una buena defensa.
Por último destacar la necesidad de trabajar en equipo porque son causas muy complejas y de gran volumen. El juicio se celebra en sesiones maratonianas, de varios días, mañana y tarde. No se puede bajar la guardia. Y ayuda mucho saber que tienes al lado a tus compañeros, trabajando juntos y de manera coordinada para ofrecer la mejor defensa a nuestro cliente.
Cada vez son más los personajes de la política, la cultura o el deporte que se enfrentan a causas penales por delitos económicos. ¿Es la vía penal la más adecuada para resolver estos asuntos?
Efectivamente, en la última reforma del Código Penal, se ha incrementado considerablemente las conductas que pueden tener consecuencias punitivas y también las penas para los delitos económicos. El legislador trata así de que el derecho penal tenga un efecto “preventivo” o “disuasorio” sobre los que están tentados a sobrepasar los límites legales.
Por otro lado, cada vez con mayor frecuencia, los órganos recaudadores de la Administración, como la Agencia Tributaria o la Seguridad Social, acuden al derecho penal como instrumento coactivo para recaudar.
Todo ello ha llevado a sentencias muy rigurosas, que obligan a la reflexión sobre si, en este tipo de delitos, existe una “proporcionalidad de las penas” acorde al daño causado.
¿Cómo se afronta la defensa legal en los casos de delitos económicos?
La defensa es compleja. Los cuerpos de seguridad del Estado y los órganos administrativos de recaudación, tienen hoy una alta preparación para perseguir los delitos económicos y ello obliga también al abogado a especializarse para garantizar un defensa técnica.
Además, el abogado debe contar con una red de colaboradores y peritos que puedan aportar luz sobre aspectos informáticos o financieros que ayuden a desentrañar el caso.
Otro tema, relacionado con el derecho penal, que genera gran preocupación social es la violencia doméstica y la violencia de género. ¿Qué papel representa el abogado en la protección de las víctimas.
Fundamental. El primer paso, absolutamente necesario, para poner fin a una situación de violencia doméstica es denunciar. Los abogados pueden ayudar a las víctimas a tomar consciencia de una situación que, en muchas ocasiones, niegan. Y a poner remedio. Además tratamos de acompañarlas en todo el proceso y ofrecerles información sobre de todos los mecanismos y dispositivos de protección que existen a su alcance. Es un tema muy delicado, en el que el abogado ha de actuar con gran sensibilidad. Y que, en nuestra opinión, requiere también de mucha especialización.
En nuestro equipo, Daniel Sala Paños, aporta las experiencias acumuladas de muchos años como juez en diversos juzgados especializados en violencia de género y Sara Calvo se ha formado en violencia contra las mujeres y en derecho penal de menores y acoso.
Una de las ramas más olvidadas del derecho penal es el derecho penitenciario. Apenas se estudia en la universidad y hay muy pocos abogados expertos en la materia ¿Cuáles creen que son las causas?
Las causas son múltiples. Algunos abogados no conocen las posibilidades de defensa y de trabajo que se abren cuando su cliente cruza las puertas de la prisión y lo dejan solo y a su suerte. La cárcel es una institución que todavía resulta poco transparente y donde las decisiones no siguen siempre criterios técnicos, de tal manera que, en ocasiones, pueden resultar arbitrarias. No es fácil conseguir un éxito profesional en prisión. Además influye el factor económico. El cliente tipo que está en la cárcel suele tener escasos recursos económicos.
A pesar de ello pensamos que el derecho penitenciario tiene un importantísimo carácter social ya que es el que establece las reglas del juego cuando el Estado ejerce todo su poder coercitivo. El preso tiene derechos reconocidos por la Ley y el abogado debe contribuir a que se cumplan. El buen hacer de un letrado puede ser clave para que un condenado consiga una revisión de su pena y se modifique su clasificación en consonancia con la evolución de su comportamiento durante el periodo de condena.
Nuestro despacho dentro del derecho penal ha cuidado la especialización con el máximo rigor y técnica del derecho penitenciario que constituye también un área de especialidad, consciente de los múltiples beneficios que se pueden obtener en esta fase de ejecución y cumplimento de la pena.
https://www.domingomonforte.com/penal/
Consulta Online