Se define la resiliencia como capacidad del ser humano para superar el dolor y transformarlo en algo constructivo. El origen del término viene de la física y hace alusión a la capacidad que tiene un material de recibir un impacto y de volver a su fuerza original. La RAE lo define como la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador, estado o situación adversa.
Todo ser humano experimenta a lo largo de su vida diversos traumas y situaciones adversas que pueden generar impactos físicos y emocionales de gravedad en el desarrollo de su persona, (perdida de una persona querida, de trabajo, accidentes, pérdida de libertad, enfermedades…). Conseguir que una persona sea más o menos resiliente no depende de pociones o soluciones mágicas. Que ingredientes añadir a cada caso concreto no es sencillo, pero si existen unos elementos comunes que refuerzan a todos los individuos y les ayudan a ser más resilientes.
Mantener una actitud interna positiva, confiar en las propias habilidades y mantener una conducta proactiva a la superación de los problemas va a resultar relevante. El afecto, la solidaridad empática, la amistad, la expresión artística, el humor la ayuda que podamos recibir de gente que entienda, escuche y aporte soluciones se van a convertir en valores-antídoto que ayudaran esa persona a ser más resiliente. Los psiquiatras, estudiosos del tema, sostienen que no es una característica que la gente tiene o no tiene. Incluye pensamientos, conductas y acciones que pueden ser aprendidos y desarrollados por cualquier persona consiguiendo con ello luchar contra un determinismo biológico o sociológico.
En este tiempo encontramos a nuestro alrededor muchos individuos o grupos de individuos (refugiados a modo de ejemplo) que están pasando un trauma o experiencia difícil que marcarán sus vidas.
Reforzar a estas personas con nuestra compresión, solidaridad y ayuda será un elemento clave en la mayor resiliencia de estas y de los grupos que las componen. Nos va en ello la construcción de una sociedad mejor y la recuperación de individuos que algún día nos ayudarán a nosotros. Sin demora, es tiempo de resiliencia.
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