Publicado en el periódico Las Provincias el 14 de octubre de 2018.
José Domingo Monforte. Socio-directo de DOMINGO MONFORTE Abogados.
¡Grans Hòmens! Hombres y mujeres únicos, singulares, que nuestra cultura y sentimiento de identidad valenciano nos hace recordar con respeto, admiración y orgullo.
Me sincero con estas breves reflexiones, buscando esos grandes hombres que en otros tiempos se han significado y han luchado por esta tierra haciéndola ganar singularidad, prestigio, raza y carácter y, francamente, no logro encontrarlos ni reconocerlos en estos nuevos tiempos.
Si históricamente miramos atrás, nuestros antepasados los “valentinis” lucharon por su tierra y defendieron “Els Furs de València”. Jaume I nos dio el Regne de València, también bandera, fronteras, y fueros propios; marco jurídico que estableció en 1261 al imponer “Els Furs” como única normativa válida en el Reino de Valencia, pero fueron los valencianos quienes lucharon por ellos.
Sentimos orgullo al rememorar la figura del dominico, predicador y filósofo, Vicente Ferrer con su dedo índice alzado, ¡Sant Vicent! que fue canonizado en 1455. También de Joan Gilabert i Jofré –al que conocemos como Padre Jofré- religioso valenciano que dedicó su vida a la atención de los enfermos mentales. En 1409 creó el “Hospital dels Innocents e Folls de València”, la primera institución psiquiátrica del mundo y que sería el origen del Hospital General de València.
A Elionor Manuel de Villena, Isabel de Villena, religiosa, se la considera la primera escritora en lengua valenciana. Su obra Vita Christie, se enmarca en el protofeminismo español del siglo de Oro Valenciano. Muy próxima en el tiempo con el humanista Luis Vives , filósofo y pedagogo, gran observador de la realidad, que contribuyó con su obra «Tratado del socorro de los pobres» a dotar y establecer una organización sistematizada de asistencia social a los pobres, visionario precursor de la intervención asistencial del Estado. Y, si de valientes hablamos, todos tenemos en la memoria histórica la admiración por la heroicidad del “Palleter” Vicente Doménech un anónimo vendedor de paja que tuvo la gallardía, valor y arrojo de subirse a una silla el 23 de mayo de 1808, para arengar al pueblo frente a las tropas napoleónicas que ocupaban València y declararles la guerra: «UN POBRE PALLETER LI DECLARA LA GUERRA Á NAPOLEÓN: VIVA FERNANDO VII, Y MUIGUEN ELS TRAÏDORS”.
El paso del tiempo nos lleva al recuerdo mucho más cercano del que fuera profesor de muchos abogados valencianos -entre los que me incluyo- Don Manuel Broseta Pont, demócrata defensor de la identidad valenciana, siempre desde posturas conciliadoras, asesinado por la banda terrorista ETA un 15 de Enero de 1992 en la Avenida de otro valenciano insigne Vicente Blasco Ibañez escritor, periodista y político que luchó con convicción por sus ideales.
Vivimos momentos convulsos con situaciones desconcertantes y alarmantes, como lo es el “procés”, síndrome y patología del independentismo catalán que lleva al enfrentamiento entre iguales.
Y la pregunta es: ¿Dónde están nuestros grandes? Hombres y mujeres que nos referencien y que sean ejemplo, luz y guía. Que luchen por esta tierra, desde el respeto y orden constitucional que la inmensa mayoría de los valencianos compartimos y nos reconocemos, “ofrenant noves glòries a Espanya”, sí, pero reclamando y exigiendo también nuestros derechos y el respeto que merecemos como pueblo al que no solo debe unirnos el “all i pebre”, la paella, “Els moros i cristians”, “les Falles”…
Quizá sea por nuestro temperamento, nuestra forma de ser, de sentir y de vivir, en la que conviven la genialidad con el mesinfotismo. No podemos seguir asumiendo una pasiva decadencia y es el momento de reconquistar esos valores de nuestros memorables patronos que debe ser el pegamento de unión de los valencianos en el ideal común de mejora.
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