La otra cara del abogado: Yolanda Bermejo Ferrer

Yolanda Bermejo Ferrer, abogada experta en derecho laboral y socia profesional de Domingo Monforte Abogados Asociados ha sido la ponente de esta semana. Además de desarrollar y atender las dudas sobre un tema jurídico de su especialidad, la ponente nos muestra un poco de sí misma, de su manera de ser y de pensar, de sus aficiones y sus gustos con la elección de un tema social o de actualidad sobre el que debatir,  la frase y  la palabra de la semana y, finalmente, con la recomendación de un lugar de ocio en Valencia y alrededores.

“Si el plan no funciona cambia el plan pero no la meta”. Empezamos con una cita que habla de resilencia, de superación, de no abandonar los sueños por muchas dificultades que encontremos para hacerlos realidad. La frase es de autor desconocido.

Si el plan no funciona cambia el plan pero no la meta

La palabra elegida es un curioso insulto: ABRAZAFAROLAS. Pancracio Celdrán, autor de «El Gran Libro de los Insultos», recoge la filosofía del abrazafarolas: «Que hablen de ti, bien o mal, pero que hablen» es el típico irresponsable que asume cometidos para los que no está capacitado. «Mezcla de listillo, espabilado y vivales a quien no importa caer en el ridículo si previamente logra hacerse notar o adquirir protagonismo. Vivalavirgen, variedad del juanlanas a quien lo mismo da ocho que ochenta». ¿Le pones cara?

Y para disfrutar de un día de ocio, Yolanda propone una visita a la puerto de Cullera para recalar en un restaurante premio en arroces: Alma de Mar. Lugar ideal para degustar un riquísimo arroz y disfrutar de la exquisita atención de sus dueños:  Caty y Sergio.

La resilencia y los abogados

Como todas las profesiones, la de abogado, tiene sus pros y sus contras. Aunque las leyes y la defensa de los derechos sean su vocación, el letrado se enfrenta, a lo largo de su carrera, a muchas situaciones difíciles, de conflicto o injustas en su resolución, que desgastan, que le llevan a un estado de desánimo e incluso, en casos, muy graves, a replantearse la profesión.

Detrás de cualquier defensa bien construida hay un trabajo se recopilación de datos, de estudio, de estrategia y de puesta en escena que no siempre recibe la recompensa esperada.

El letrado se enfrenta, a veces, a un abogado contrario que muestra una discordia absurda y exagerada al defender a su cliente, llegando incluso a las descalificaciones personales.

A jueces que, en sala, se dirigen a él de manera desabrida, recriminatoria y carente de la más mínima sensibilidad. A sentencias que, tras un trabajo agotador, con el convencimiento de una victoria, nos dan un mal resultado, Y a clientes, que no comprenden las decisiones adoptadas por los tribunales y culpan al abogado de todos sus males.

Estas situaciones ocurren con poca frecuencia pero atacan directamente a la autoestima del abogado que debe ser capaz de superarlas, aprender de los errores y seguir en la brecha. Una de las principales cualidades que debe tener el abogado es ser combativo y resilente. Encontrar la fórmula del bálsamo que ayuda a curar heridas, aunque queden cicatrices, y a seguir en el ejercicio del derecho con ánimo e ilusión.

Ser abogado es un tarea compleja que requiere de empatía, y sentido común para valorar y disfrutar los buenos momentos, esos en los que sientes que has ayudado a tu cliente, que hiciste un buen trabajo….fortaleza y conocimientos jurídicos para superar las situaciones adversas e ilusión por seguir aprendiendo, por seguir trabajando en la defensa de los derechos, por seguir siendo abogado.

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