Tras los sucesivos incumplimientos de los convenios que obligaban al Ayuntamiento a compensar con suelo urbano la cesión de casi 500 mil m2 del parque natural.
Murcia Puchades Expansión S.L y Urbana Villajoyosa 2000, empresas propietarias del suelo de Sierra Helada en Benidorm reclaman al Ayuntamiento de la ciudad el abono de la compensación económica pactada, en el año 2003, por la cesión de los terrenos para la creación del parque natural. Indemnización que, calculan, podría superar los 283 millones de euros.
Lo hacen una vez que ha caducado la última novación del convenio que firmaron, en mayo de 2013, con el Ayuntamiento y que establecía que, si en un plazo de tres años no obtenían unidades de aprovechamiento para poder edificar en otros terrenos del municipio a cambio de renunciar a su suelo en Sierra Helada, deberían percibir indemnizaciones en metálico.
A fecha de hoy, la compensación con terrenos urbanos pactada no se ha producido. El plazo tras las sucesivas novaciones expiró el 7 de mayo de 2016. Y por tanto, el Ayuntamiento estaría obligado a indemnizar a los propietarios por el valor real de los aprovechamientos urbanísticos suprimidos y todavía no compensados. Así se expresa en el escrito de reclamación que los propietarios, representados por dirección jurídica del despacho Domingo Monforte Abogados Asociados, presentaron, el pasado 15 de febrero, al Ayuntamiento de Benidorm. Paso previo y preceptivo antes de acudir a la vía judicial.
En este largo proceso, los propietarios siempre se han mostrado un espíritu de colaboración con el Ayuntamiento que se manifiesta: primero en la cesión de los terrenos que, cuando se firma el primer protocolo de intenciones en el año 2001, tenían la consideración de suelo urbano, después en la aceptación y renuncia, en consideración a lo pactado en dicho protocolo, a recurrir la suspensión de licencias y la programación en el sector. Y, finalmente, en las dos novaciones del convenio del 2003, firmadas en los años 2010 y 2013. Ahora, tras más de 15 años de espera, los propietarios consideran que el tiempo se ha agotado y harán valer sus derechos.
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